De esa manera, salió a responder el secretario adjunto del Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA), Facundo Moyano, respecto al conflicto que tiene enfrentado al gremio que representa con el Gobierno bonaerense de Axel Kicillof.

El conflicto viene de vieja data, pero en las últimas horas surgió uno nuevo: el SUTPA hizo una medida de fuerza sorpresiva a partir de la madrugada de este lunes 2 de enero en las estaciones de peaje de la autopista Buenos Aires-La Plata y en las rutas hacia la Costa Atlántica (2, 11, 63, 56 y 74) ante la falta de solución a varios reclamos.

Los reclamos en cuestión tienen que ver con el despido de un gerente defendido por el sindicato hasta “la falta de un plan de reconversión que contemple y contenga a los trabajadores”, pasando por la no efectivización de casi 100 empleados.

Una vez concretada la medida de fuerza, el ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria, luego de que la empresa denunció que el paro había comenzado sin aviso y que impidió tanto el “cobro manual como el cobro automático del peaje”, en una momento del año “crucial para el trabajo operativo al 100% de nuestros colaboradores, atendiendo a los automovilistas que circulen por nuestra traza”.

Desde hace cuatro meses, el gremio conducido por Florencia Cañabate mantiene un enfrentamiento con el presidente de AUBASA (Autopistas Buenos Aires Sociedad Anónima), Ricardo Lissalde, a quien le exigen su renuncia. El funcionario fue diputado bonaerense del Frente Renovador (que conduce el ministro Sergio Massa) y hoy responde a Kicillof.

Moyano cree que el conflicto tiene otro trasfondo: “El vicepresidente de AUBASA, Felipe Vismara, es el mejor amigo de (el jefe de asesores de Kicillof) Carlos Bianco, que es el mejor amigo de Kicillof; por eso Lissalde pasó a un lugar secundario”.

Pese al pedido de Trabajo, SUTPA no acató la conciliación obligatoria y en la audiencia entre las partes AUBASA pidió multas y el pedido al ministerio de Trabajo de la Nación para que proceda a la cancelación de la personería del gremio conducido por Cañabate y Moyano.

“No la acatamos porque es sobre el mismo conflicto que ya tuvimos. Por eso pedimos la nulidad de la conciliación obligatoria”, dijo Moyano al salir de la reunión, y luego arremetió contra el propio Kicillof: “Se lo ha tomado como una pulseada personal. Estamos hablando de una empresa de una provincia gobernada por un progresista y peronista que pide que desaparezca un sindicato. Tanto que amenazan con que viene la derecha, ¿para qué va a venir si ya están haciendo todo esto?”.

En tanto, mediante un comunicado, el SUTPA sostuvo que haber pedido la cancelación de su personería “constituye un grave intento contra los derechos fundamentales de los trabajadores en general y de nuestro sindicato en particular, que no tiene antecedentes en un gobierno que se denomina a sí mismo ‘peronista, progresista y que defiende a los trabajadores’ y no se condice con este período sostenido de democracia en nuestro país”.

“Nos debemos remitir a la dictadura militar para encontrar hechos de estas características”, concluyó dicho gremio.