Sábado 24 de Mayo de 2025

8 de julio de 2023

HISTORIA DE UN PENITENCIARIO

Hoy fui a dejar mis papeles para ver si puedo entrar al Servicio Penitenciario, no tengo trabajo, pero si tengo unas bocas que alimentar, no tengo vocación, no sé lo que es eso, no tengo ni idea de cómo será este trabajo, solamente sé que tengo gente que depende de mí, que si no llevo dinero a casa, en casa no se come

Pedí prestado algo a mis abuelas y a mis familiares amigos, para que mi familia pueda aguantar mientras termino el curso, aquí te enseñan lo que es el hambre, aquí te demuestran que todo se gana con el sudor de tu frente, pido perdón a mis hijas si no pude pasar sus cumpleaños a su lado, estoy dando todo de mi hoy, para que mañana no les falte nada y estudien , tal vez algún día les cuente lo que tuve que pasar para poder comprarles aquellas pinturas o muñecas , ese celular que tanto querían, no fue nada malo, al contrario, fue bárbaro todo lo que aprendí, aprendí a no desperdiciar la vida a ser un hombre de bien, aprendí a compartir un vaso de agua, aprendí que el sacrificio trae recompensas, y que ser una persona cumplidora también trae responsabilidades, algún día tal vez le cuente lo que papá corrió, transpiro o la adrenalina que sentía en cada encierro, lo siento tal vez no entiendan las palabras, solamente las entiende quien las vivió.   Como paso el tiempo ya 15 años se me hace que fue ayer cuando ingrese, que sabía yo de todo este mundo, que aquí dentro todo iba a ser tan distinto, que se habla otro idioma, que las manos y los dedos forman palabras, donde faca, fierro y punta son sinónimos, que sabía de chicharra, marroco y brillo, tantas cosas raras, lo que si no me voy a olvidar en mi vida los olores que te golpeaba la nariz apenas cruzabas las rejas de ingreso al penal.   Me temblaban las rodillas, era un acto involuntario, y por más que mi mente estaba preparada para todo, mi cuerpo se negaba a hacerme caso, nunca me tilde, solamente me costaba controlar mi miedo, de un día para otro estaba rodeado de asesinos, ladrones, violadores, y gente de la peor calaña, yo solamente pensaba en mi familia en mis hijas, me decía en mi mente, aguanta, no seas cagón, aguanta, hoy a pasado algún tiempo y todavía lo sigo diciendo, pero hay gente que me mira desde abajo y trato día a día ser un ejemplo para ellos, así como tuve personal antiguo que me enseño a caminar, a tumbear, a descansar, a respetar, hoy intento lo mismo con mis subalternos no soy tan viejo, pero ya no corro tan rápido, me desespero por llegar y estar, lo hago lo más rápido que puedo, porque sé que en el penal los segundos cuentan, conozco el miedo y se cómo poner cara de nada cuando las cosas están podridas, se estar frio, no me tildo, pero mis ganas son más fuertes que mis movimientos y casi sin aliento llego al problema.   No importa hoy estoy al pie del cañón, con mis compañeros soportando lo que venga piedras, facas y los palazos, y por sobre todo cuidando a mi compañero, mi hermanos que me dio la vida, con quien tal vez no compartimos ideas ni puntos de vistas, aquel que no se donde vive, ni sé nada de su familia, donde solamente se que tiene mi mismo uniforme, tiene la misma camisa que yo, mi camarada, mi rancho, mi amigo, mi hermano.   Siempre recuerdo a quien me dio consejos, a quien me enseño, hoy muchos de ellos ya no están conmigo, algunos se retiraron otros están junto a Dios, pero mentalmente los traigo de regreso y veo sus rostros y me rio con ellos, los escucho gritándome, dándome ordenes o tal vez oigo sus voces de alguna juntada cuando el tiempo lo permitía, eran polentas de verdad eran unos capos, compartían sus vivencias e historias y nos enseñaban.   Siempre que lo primero es la familia, pero también sé que mientras trabaje en la cárcel mi familia son también los compañeros que tengo a mi lado, aquel con quien paso horas y horas de guardia, aquel que entre suspiros y voz quebradiza me comenta que hoy es su cumpleaños, y que comparte un pedazo de torta que le hicieron en casa, un pedazo de torta que trajo en una bolsa, o aquel que le tiembla la voz cuando te dice feliz navidad y no puede estar con su familia, ese que recién come después del encierro aquel que comparte cuando baja del muro, veo en mis camaradas los rostros de coraje y de sacrificio, de pena y de tristeza cuando no existe día de las madres, ni del padre, ni cumpleaños de sus hijos, ni navidad ni año nuevo, pero están allí, están trabajando, están haciendo buena letra, se están sacrificando, todo por su familia.   Por esto y por mucho mas, sabrá, que no saldrá en las noticias, que no se entiende hasta que se vive, que solamente sabemos los estamos trabajando en la cárcel, a esas personas especiales que muy pocos conocen, a vos te digo, a vos te hablo, fuerza camarada hermano, no se caiga. Texto extraido del muro de fecebook: Defensa y Derecho de Los Penitenciarios

COMPARTIR: