Viernes 16 de Mayo de 2025

16 de mayo de 2025

Caso Diego Bonelli- Testimonio Anónimo.

Exclusivo de #Infopresslaplatauno

Un familiar de una empleada del Salón de Fiestas ubicado en la calle 131 entre 44 y 45 en La Plata, se comunicó con éste portal y contar lo que sucedió pidiendo mantenerse en el anonimato.

Estoy hablando porque necesito contar la verdad. No voy a dar mi nombre, porque tengo miedo. Miedo por lo que vi, por lo que viví, y por todo lo que hoy le está pasando a Diego Bonelli. Yo estuve ahí. Fui testigo directa. Trabajé esos mismos días. Fueron apenas TRES DÍAS en los que ese chico estuvo en el lugar. SOLO TRES. Durante esos tres días, yo estuve presente en todo momento. Compartíamos el mismo ambiente de trabajo. Y quiero aclarar algo fundamental: Diego Bonelli jamás se quedó a solas con ninguno de nosotros. Estaba ocupado, trabajando, yendo y viniendo, atendiendo sus responsabilidades. Siempre pasaba de un lugar a otro. Nunca hubo una situación donde él se encerrara o quedara solo con ese chico. Nunca. Lo que están diciendo ahora no solo es mentira. Es gravísimo. Lo acusan de amenazar con un cuchillo, de abuso sexual, incluso de decir que iba a matar a los padres del denunciante. YO ESTUVE AHÍ. Eso NUNCA sucedió. Lo repito con firmeza: NUNCA. Lo más terrible para mí es que, en realidad, yo fui quien se sintió acosada. Ese chico, en una de las escaleras, me tocó de una manera que me incomodó profundamente. Fue como si fuera sin querer... pero no lo sentí así. No dije nada por vergüenza. Pensé que, si volvía a pasar, iba a hablarlo directamente con él. Diego nunca lo supo, porque no se lo conté. El último día que trabajó, ese chico le pidió a Diego una suma muy grande de dinero. Diego se rió, pensó que era una broma de mal gusto. Nos despedimos con normalidad. Yo misma cerré la puerta, como siempre. No hubo gritos, no hubo violencia, no hubo amenazas. Nada. Pero al día siguiente, nos encontramos con una denuncia completamente falsa. Fue un impacto para todos. Porque los que estuvimos ahí sabemos que eso nunca ocurrió. Después vinieron los hechos de violencia. Diego fue golpeado brutalmente por un grupo de personas. Le destruyeron la camioneta. Pintaron su lugar de trabajo y su casa. Dijeron que no iban a parar hasta matarlo o hasta que les dé el dinero. Esto no es una denuncia. Esto es una extorsión. Esto es violencia. Esto es una mentira con consecuencias reales. Diego se puso a disposición de la justicia. Pidió que se hagan todas las pericias necesarias. Porque sabe que nada de lo que lo acusan es cierto. Yo estuve ahí. Lo viví. Soy mujer. Me sentí incómoda con esa persona. Vi cómo se comportaba. Parecía estar bajo el efecto de alguna sustancia. Estaba ido, inestable. Hoy hablo porque no me voy a quedar callada. Esta vez, no. Pido que se investigue todo. No solo a Diego. También a quien lo denuncia y a su entorno. Porque esto no puede quedar así. Hoy Diego Bonelli es víctima de una mentira. De una extorsión. De un ataque violento que no tiene justificación. La justicia tiene que actuar. La verdad tiene que salir a la luz. Yo estuve ahí. Y no lo voy a permitir. Además, quiero aclarar algo más. La cocina del salón en ningún momento estuvo en uso. Siempre se encarga exclusivamente personal con años trabajando allí para entrar a la cocina, ya que sabemos cómo usar todo sin romper nada. Yo solamente bajaba a calentar el agua para el mate, y el resto del tiempo estuve siempre en la parte de arriba con ese chico. Como ya dije, mi jefe iba y venía constantemente por el trabajo. Casi ni estaba. Nunca pudo haber hecho nada de lo que se dice, porque yo estuve los tres días al lado de ese chico. Diego Bonelli jamás estuvo a solas con ninguno de los dos. Repito con claridad: cuando ese chico se fue, fui yo quien cerró la puerta. Esto es totalmente falso, y no van a parar hasta que Diego les dé la suma que le pidieron. Yo estoy muy triste, porque me sentí acosada. Y al final, todo esto fue causado por una persona que resultó ser un terrible siniestro.

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