Los tres jóvenes -de entre 20 y 21 años- fueron encontrados responsables de ser coautores del delito de robo calificado por el uso de arma de fuego, cometido en poblado y en banda, agravado por la participación de un menor. A eso se suma el homicidio calificado criminis causa, agravado por el uso de arma de fuego. En el caso de Rojas y Romero Molinas también pesa una acusación adicional por otro robo armado.

En ese sentido, la fiscal pidió 14 años de prisión para Nahuel Santiago Coman, a quien consideró partícipe necesario del robo que precedió al crimen, quien llegó al juicio en libertad. Por eso, la fiscal pidió su inmediata detención.

Otro implicado, Guillermo “Paraguayo” Romero Molinas, tenía 17 años al momento del hecho y será juzgado en otro debate a partir del 12 de agosto en el fuero de menores.

“No hay quántum punitivo que pueda reparar el sufrimiento de la familia de Uma y es aquí donde la sanción, por más que sea la máxima prevista, no tiene respuesta satisfactoria para quienes deben soportar la pérdida”, aseguró Giorgi.

Los alegatos de la fiscal se dividieron en dos. En la primera parte, pidió que los padres de Uma estuvieran presentes cuando explicaba los fundamentos del primer hecho imputado, que sería el robo. Luego, se pasó a un cuarto intermedio para que se retiraran de la sala, ya que Giorgi se refirió al hecho 2 (homicidio), en el que contó con detalles cómo había sido la muerte de la nena.

A su turno, los abogados del particular damnificado, que representan a los padres de Uma, se replegaron al pedido de la fiscalía y solicitaron que sean condenados a perpetua. “Todos los imputados han sido dueños del dolo de matar”, aseguraron.

Luego fue el turno de los tres abogados defensores, que pidieron penas menores para los acusados y que no se aplique el artículo 80 (homicidio intercriminis), para que sean condenados por homicidio calificado y tentativa de robo.