23 de agosto de 2025
“No queda otra cosa que mentir”, las confesiones de los responsables del laboratorio del fentanilo mortal

Los chats de los empleados y directivos están incorporados en la causa y ayer le fueron leídos al dueño de las firmas HLB Pharma y Ramallo SA, Ariel García Furfaro quien continúa preso. Las condiciones de la planta elaboradora: chapas flojas, palomas, arañas y una pared que se cayó
-María Victoria García (empleada): “Hay que hacerlo completo porque no hay bach de eso” (en relación con la necesidad de armar un batch record inexistente para presentar a INAME-ANMAT).
Ese intercambio de chats ocurrió el 27 de diciembre de 2024. Se refiere al lote que resultaría contaminado, identificado con el número 31202, elaborado nueve días antes, el 18.
-Sofía Díaz (empleada): “Para la próxima, intenten no ser tan repetitivas en las horas y análisis”. Luciana Matti (empleada) responde: “Oka, empezamos a poner todas horas reales, entonces” (a propósito de manipulación de datos en registros).-Rocío Garay, sobre controles de análisis ante posible auditoría: “Al HPLC –por el equipo de Cromatografía Líquida de Alta Resolución– había que pararlo si viene el ANMAT, si no que sigan corriendo.” A lo que Wilson Pons responde: “Seguramente, calculo que van a llevar la contramuestra 31202 del fentanilo y se van, porque vinieron en un remise.” Garay añade: “Pero vas a tener que hacer el protocolo con datos del otro...el único dato que debe faltar es el HPLC.”
Estos extractos reflejan tanto la planificación de respuestas fraudulentas ante inspecciones como la manipulación sistemática de registros documentales y de calidad dentro del laboratorio, con el objetivo de evitar sanciones y ocultar desvíos de productos y procesos no autorizados.En una conversación del 6 de diciembre de 2024 (doce días antes de la producción del fentanilo mortal) entre Rocío Garay (supervisora de Fisicoquímica-Control de Calidad de Laboratorios Ramallo) y Wilson Pons (jefe de Control de Calidad), Garay reporta: “Explotó la UPS” (el sistema de alimentación ininterrumpida de energía eléctrica del laboratorio) y agrega: “Empezó a explotar cuando volvió la luz”. En el mismo intercambio, comentan además que desconocen si se dañó el equipo de Cromatografía Líquida de Alta Resolución porque también dependía de esa UPS. Wilson Pons responde: “Ah bueno, qué viernes tenemos. Sí, esperemos que no haya pasado nada con los HPLC. Entre la UPS y el derrumbe del muro, tenemos el viernes completo.”En ese mismo periodo, también hubo reportes de graves fallas edilicias en el laboratorio, como la caída de un muro.
-El 25 de febrero de 2025 se registra el siguiente diálogo entre Edgardo Sclafani (jefe de Sección de Producción y Procesos de Validación) y Wilson Pons (jefe de Control de Calidad). Edgardo Sclafani le comunica a Pons: “Me llamó Diego (García) y me dijo que la semana que viene hay inspección desde ANMAT.” Pons responde: “Ok. Estamos al horno. Y bueno, habrá que pelearla.” Los interlocutores reconocen la situación crítica frente a la falta de documentación y a las irregularidades conocidas internamente.
-“Otra cosa: en depósito me dice que hay techo con chapas sueltas y más de 20 palomas”. El mensaje fue enviado por Rocío Garay, De esa manera, Garay advierte a sus superiores sobre la preocupación de los encargados del depósito, quienes reportan el riesgo sanitario derivado de la presencia de aves y la precariedad de la infraestructura, con techo parcialmente desprendido y deficiente control ambiental.
La situación se expone en el marco de reiteradas advertencias sobre incumplimientos de requisitos técnicos y de seguridad, justo en el período de producción de lotes críticos de fentanilo y otros medicamentos.Para la fiscalía, “el cuadro descripto permite sostener que existió por parte de estas empresas una conducta deliberada de grave incumplimiento a la normativa vigente, sistemática y reiterada, una cultura organizacional completamente viciada que acredita, en esta instancia, el conocimiento que tenían las personas sobre las cuales se solicita su citación en los términos del art. 294 del Código Procesal Penal de la Nación sobre la potencialidad dañosa e ilícita de su acción y el riesgo que generaban”.
Por esa razón: “No se trata de un error o descuido aislado, sino que todos los antecedentes a los que hemos hecho referencia nos demuestran que se trató de una decisión consciente de seguir actuando pese al riesgo concreto a la salud pública que esa forma de actuar generaba. El riesgo se concretó en la pérdida de la vida de varias personas”.
Investigar a la autoridad sanitariaSobre este punto, dijo la fiscalía: “Párrafo aparte merece la ineficiente tarea de contralor de los organismos competentes del Estado, a lo largo del tiempo. Las consecuencias de tamaña negligencia, connivencia o complicidad son aún desconocidas. Los incumplimientos reseñados en el presente dictamen que se reiteran a lo largo del período analizado, así como también la ineficiencia de las medidas regulatorias ordenadas por la ANMAT, colocaron a la población en una situación de riesgo inadmisible”.Por último, se agregó: “No debe soslayarse que las conductas señaladas lesionaron la confianza legítima de los usuarios del sistema sanitario, afectando a la par el correcto funcionamiento del mercado de medicamentos y vulnerando el mandato constitucional de protección de la salud pública. La suma de estas irregularidades y deficiencias —dolosas o culposas—, junto con la insuficiencia de las acciones regulatorias que se habrían implementado, comprometieron gravemente la seguridad sanitaria”.Ante la situación descripta, se le solicitó al magistrado avanzar en la investigación de conductas penalmente reprochables por parte de distintos funcionarios de la Administración Pública Nacional.